Durante años, las plantas fueron territorio de las abuelas y los salones con cortinas de encaje. Pero eso se acabó. Hoy, tener plantas es casi un signo de identidad masculina moderna: te habla de alguien que cuida su espacio, que se preocupa por el detalle, y que sabe que un toque verde puede cambiar por completo el ambiente de un piso o despacho. No hace falta ser botánico ni tener un jardín; basta con elegir bien y entender que las plantas también forman parte del estilo de vida. For…